Crónica de una ruptura anunciada: El placer es mío
- Alberto
- 18 sept 2020
- 3 Min. de lectura

El placer es mío es la última propuesta cinematográfica de la directora, escritora y productora Elisa Miller: galardonada con la Palma de Oro en 2007 en el Festival de Cannes por su cortometraje Ver llover (2006) que versa sobre la relación entre dos pre-adolescentes y la difícil decisión de escapar juntos o alejarse dejando en ellos un bonito recuerdo del primer amor.
Pues, en esta oportunidad Miller retoma la dinámica de las relaciones pero, ahora desde las entrañas, la toxicidad de éstas. Nos cuenta la debacle de una relación que desde el inicio estaba predestinada al fracaso; de hecho, es aquí donde inicia la cinta, en su plano final.
Rita y Mateo están listos para emprender una vida juntos viviendo solos, huyen del ajetreo citadino y fincan su sueño en la cabaña del difunto padre de Mateo. Ambos conforman una relación que viene a menos, culpan a cosas como el estrés, el trabajo, la rutina en la ciudad de su distanciamiento y por ello escapan a la provincia que; en principio, los premia con un nuevo respirar a la relación, vuelve la conexión emocional que tenían y, el sexo llega como bálsamo y sustento.
Pronto el idilio termina, el viaje sólo sirve para reafirmar lo inevitable: un lazo muy frágil que está a punto de romper, detonado por el deseo de Rita de ser madre contrapuesto por la inseguridad y miedo al compromiso por parte de su pareja. Desechando toda especulación sobre ambos, su relación se fracturó por sí mismos, por su incompatibilidad, falta de comunicación; y no, por el entorno. Aunado a esta primer grieta emocional se suma la llegada de Alexis (prima de Mateo), interpretada por Camila Sodi que, junto con su novio e hija irrumpen en la tranquilidad de la pareja; llenando de dudas e inseguridades al personaje de Rita, esta situación la llevará al limite de sus emociones.
La película reflexiona sobre la violencia de pareja tanto física como psicológica; una visión femenina sobre estos temas recargados, desde luego, en su personaje principal.
La intromisión de la familia del protagonista se vuelven clave para este discurso, tras su llegada hay un desplazamiento hacia Rita, por parte de todos, y el primer signo de violencia es la indiferencia que Mateo le manifiesta.

Es brutal este desplazamiento por parte de tu pareja; no obstante debe ser el primer signo de que algo no está bien, cuando la prioridad ya no eres tú y la atención se fija en terceros o en otras situaciones.
El placer es mío se sostiene en gran medida en sus interpretaciones, siendo Edwarda Gurrola lo más destacado del film, por lo cual, ha sido nominada a un premio Ariel; y que, curiosamente este año nuevamente vuelve a ser nominada al mismo galardón ahora por la película Luciérnagas de la directora Bani Khoshnoudi. Concretamente hay una escena donde todo se desmorona para su personaje, es desgarradora pues ésta trata de hacerse visible, tras el uso de cocaína, ante un hombre que cada vez la percibe menos y cuya relación evidentemente ya no existe.
Esta cinta nos habla sobre la desintegración del amor: dicho por su directora es la historia de Adán y Eva expulsados del paraíso. Vemos la complejidad de la vida en pareja, su fotografía va más allá, la casa de Mateo es el interior de los personajes; un ambiente desordenado, lleno de ratas y telarañas mentales. Explora el desamor, la infidelidad, el deseo y la sexualidad como sostén que, para muchos de poco sirve.
La cinta está disponible en plataformas digitales para rentar o comprar. Gracias :)

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