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El demencial aquelarre de Gaspar Noe: Lux Æterna

  • Foto del escritor: Alberto
    Alberto
  • 12 jun 2021
  • 4 Min. de lectura

Actualizado: 21 jun 2021


Después del éxito que le significara la hipnotizante Climax de 2018, el director franco-argentino Gaspar Noé vuelve tras la propuesta de la casa de moda Yves Saint Laurent para realizar un nuevo ejercicio cinematográfico donde se diera a conocer la nueva línea de perfumería y moda de la firma francesa. Noé, lejos de sólo querer hacer una promoción de ropa; llega a este experimento llamado Lux Æterna donde a través de un rodaje ficticio expone el caos que envuelve a la industria cinematográfica en una deleitable y poderosa comedia dramática muy a su estilo. Cabe señalar que además de este proyecto, Gaspar y Saint Laurent sellarían la colaboración con el cortometraje titulado Summer of 21' disponible en YouTube que este si funge como promocional a la nueva temporada de la prestigiosa boutique. Béatrice (Béatrice Dalle), es la directora de “L’œuvre de Dieu” película que está a punto de rodarse. En ella, se retoma como punto central la caza de brujas: acontecimiento histórico ocurrido del siglo XV al XVII mayormente en Europa y América, esto era el linchamiento de mujeres acusadas de actos de brujería por parte de la sociedad (dentro estos actos se encontraban: la medicina, confección de brebajes, magia y conductas moralmente inaceptables). Gaspar Noe abre su película con fragmentos de Häxan: La brujería a través de los tiempos de Benjamin Christensen y Dies irae de Dreyer. Esto dará pie a una de las conversaciones más intensas que el realizador francés nos propone en el film: la violencia normalizada (y sistemática), contra las mujeres, llevada de la realidad al set de grabación. La primer secuencia de la cinta pone a Béatrice y a su protagonista Charlotte (Charlotte Gainsbourg), en una amena conversación inicial donde comparten experiencias tanto personales como en el cine. Lo interesante, es que al tener un guion bastante corto; de un par de párrafos solamente, Lux Æterna es un trabajo apenas trazado que echa mano de la improvisación de sus interpretes. Esta primer conversación asoma un interesante transtexto en el que nos cuestionamos qué tanto es verdad de lo que ambas actrices confiesan, como cuando Béatrice presume haber protagonizado una quema de hoguera. Haciendo referencia a su participación (real), en El Aquelarre de Marco Bellocchio.

Foto cortesía de producción.

Como lo adelanté en un inicio, en este proyecto Gaspar Noé nos propone varias conversaciones. Una vez terminada la charla entre actriz y directora del filme ficticio, el francés nos invita a visitar el set de grabación donde conocemos esta segunda tesis: el caos del set de rodaje y la lucha de egos encarnizada en la industria cinematográfica. Participamos en un recorrido de cortos planos secuencia pasando por todos los rincones del estudio de grabación, tras bambalinas y fuera de éste. Todo, en pantalla dividida ofreciéndonos un amplio panorama del acontecer total. Asimismo, el recorrido sirve de introducción a los personajes, descubrimos que cada uno de ellos, desde su posición, intenta sabotear la puesta en escena; es el caso de elementos como el productor ejecutivo o el cinefotógrafo que a toda costa intentan pasar por encima de la directora, pues piensan no tiene la experiencia necesaria para liderar una cinta así. Todo este caos es abrumador para el espectador (tratándose de una película de Noe, esto es positivo), así que mientras las cabezas del proyecto se pelean por el control del mismo; Charlotte, lucha por posicionarse ante la cámara y empezar a grabar. Parecería una tarea sencilla trasladarse del camerino al set; no obstante, diversos elementos harán de esto un calvario. Somos testigos del acoso que la protagonista atraviesa por parte de periodistas, fans y elementos externos que retrasan su aparición a cuadro.

Foto cortesía de producción.

El director francés logró su cometido de involucrarnos en el infierno de la industria; si bien, todas las películas del realizador tienen un dejo muy personal y hasta biográfico: Lux Æterna nos muestra una versión distinta de sí; para mí, la mejor de todas que es detrás de la lente. Esto nos lleva al ultimo tramo del metraje, que marca un argumento igual de sugerente que los anteriores: el sufrimiento del arte. Si bien, puede parecer que en esta radiografía del organigrama cinematográfico Noé se victimiza, en esta parte se reivindica y se muestra participe de la violencia a costa del arte. Esto refiere a qué tanto, como realizador, es valido poner en situaciones adversas a los actores para lograr un cometido a cámara. En el tercio final de la cinta, el director de fotografía pone en cierta situación incomoda a las actrices; a pesar, de que ellas lo pasan mal; el camarógrafo consigue la situación de horror que necesitaba para la película no queriendo cortar la grabación, llevando al limite a sus protagonistas. Este trabajo divide estas subtramas en los acostumbrados rótulos de Gaspar en la pantalla, con páginas de libro robadas de colegas directores que ponen sobre la mesa dichas conversaciones como Godard, Buñuel, Fassbinder que para efectos prácticos dice: “Cuando la presión sube demasiado me transformo en un dictador.” o el propio Dreyer que, también, para ejemplificar lo anterior reza: “Los cineastas tenemos una gran responsabilidad. Debemos elevar el filme del plano de la industria al del arte.” Sin duda, y pese a su corta duración Lux Æterna se coloca dentro de los grandes trabajos de este 2021. Gaspar Noé lo hace de nuevo y nos consigue enloquecer con esta alucinante puesta en escena; que desde luego, no hay que perderle la pista. El reparto está conformado por Béatrice Dalle, Karl Glusman y Charlotte Gainsbourg. La película ya está disponible en salas mexicanas así que corran porque seguro no durará mucho en exhibición. Gracias por leer :)

Foto cortesía de producción

 
 
 

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