Los 80's en meloso retrato a The Smiths: Shoplifters of the World

Para muchos The Smiths es una de las mejores bandas de Rock alternativo de todos los tiempos. Aquel cuarteto que iniciara su carrera en Manchester a principios de la década de los 80's. Sin duda, marcaron un parteaguas en la música independiente británica. Pese a esto, su éxito comercial se lo deben a la fama que obtuvieron fuera de Inglaterra. La agrupación estaba formada por Steven Patrick (mejor conocido como Morrissey), Johnny Marr, Andy Rourke y Mike Joyce En su breve carrera cosecharon un total de 4 álbumes de estudio, algunos recopilatorios y un sin fin de sencillos. En 1987 la banda decide separarse luego de la salida de su guitarrista: Johnny Marr. Por diferencias con la banda, dejando así un corto pero prominente legado musical. Shoplifters of the World está situada, justo en este repentino final de la banda. Un grupo de cuatro amigos de Colorado agonizan moralmente luego de enterarse de la fatídica ruptura. La más afectada, su protagonista Cleo: una adolescente de preparatoria aparentemente cleptómana y fanática del Brit Pop. A su angustia va sumando a demás personajes como Billy (Nick Krause), amigo que está a punto de enlistarse en el ejercito; Sheila y Patrick: una joven pareja que el tiempo y las circunstancias están a punto de separar su relación. Finalmente a Dean (Ellar Coltrane), encargado de la tienda de discos donde conoce a Cleo y; la que esta ultima suele visitar para hurtar casetes. La protagonista reúne a sus amigos para organizar algo memorable y despedir así a su banda favorita, recorren Denver en su Volkswagen sedan buscando la fiesta que pueda aliviar su pena. Mientras eso sucede, la melancolía se apodera del joven Dean y lo lleva a encañonar al titular de la radio local con el fin de transmitir a toda la ciudad la música de los recientemente separados The Smiths. Pese a la resistencia del locutor pues éste contrasta completamente con el pop sugerido teniendo el metal como estandarte en su emisión.

Foto cortesía de la producción

Shoplifters of the World es un buen retrato hacía la melancolía ochentera y un regalo para todos los fans de la icónica banda de Manchester. A resaltar de la cinta, el esfuerzo de conseguir un total de 20 temas de The Smiths para acompañar el relato; además, de un par de canciones adicionales ochenteras que complementan la atmosfera sonora de la década. El largometraje tiene un encomiable trabajo fotográfico que termina por ilustrar notablemente esta puesta en escena final, se cuidaron bien los detalles de la época aún cuando no hayan sido tantos los sitios representados: la radio, la tienda de discos y el antro gay (por mencionar los mas importantes). La película acompaña a sus protagonistas no sólo en el desazón de perder a sus ídolos de adolescencia. Sino también en las crisis existenciales que cada uno de los personajes principales atraviesa: vemos que la cleptomanía de la figura de Cleo es adquirida por un mal ambiente familiar. Los conflictos de identidad de Billy son arrastrados por la imposición de su padre en convertirlo en algo que, probablemente no es, y así, con cada uno. Sin embargo, muchos de los nuevos paradigmas que ahora se plantean los jóvenes han sido heredados por su líder Morrisey. No es fortuito el veganismo de Dean o el celibato que Patrick pide a su novia practiquen desde ahora.

Foto cortesía de la producción

Con lo anterior, me parece que comienzan los problemas para la cinta; si bien creo que es un buen homenaje a la banda con este maravilloso soundtrack y el material de archivo con entrevistas originales a The Smiths después de un rato este tributo plagado de referencias de la época se vuelve meloso y cae en lo cursi. Los diálogos se entrelazan con letras de canciones o frases melancólicas que resultan pretenciosas y poco agiles a la hora de que los personajes las recitan. A esto, hay que sumarle que las actuaciones son de regulares a mediocres: por demás acartonadas. De manera que, Shoplifters of the World dividirá muchas opiniones entre los fans de la legendaria banda inglesa este año. Mencionar que, en este sentido, considero si es un trabajo enteramente dedicado para los fans; no obstante, podría acercar a los que no lo son a la herencia musical de Morrissey y compañía; tal como lo hizo con Full Metal Mickey. Si eres fan declarado del cuarteto ingles es una cita obligada con la pantalla; al menos para desempolvar el baúl de los recuerdos y emocionarte con su música. Sólo que tendrás que esperar un poco haste que este indie roud-trip llegué a la exhibición latinoamericana.

Foto cortesía de la producción