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Lost In Translation: pérdida de identidad y el redescubrimiento a través del amor.

  • Foto del escritor: Alberto
    Alberto
  • 11 jul 2020
  • 3 Min. de lectura

Este segundo trabajo de Sofía Ford Coppola le significaría su reconocimiento inmediato en la industria cinematográfica, ganando rápido un lugar en ella. Dejando fuera toda especulación que surge alrededor de esta directora pues, mucho se ha cuestionado su incursión al séptimo arte, siendo la hija de quien es, el gran Francis Ford Coppola: hombre detrás de cintas como Apocalypse Now y El Padrino. Me parece que de inmediato ha disipado dichas dudas, pues Sofía, a lo largo de su carrera ha legitimado su trabajo en memorables cintas eliminando todo vínculo familiar; es decir, su talento es genuino y no producto de su lazo consanguíneo.


Perdidos En Tokio como ha sido traducida en países hispanoparlantes, es un metraje de amor, una película que explora la soledad de sus protagonistas; y que, formaría parte de una de las cartas de amor más hermosas jamás contadas en el cine. Pues Sofía Ford Coppola estuvo casada con el director Spike Jonzie, artífice de Her (2013) cinta que guarda paralelismos impresionantes con el trabajo previo de su ex-esposa: tal parece que la primera sirve de prologo para lo que más adelante haría Jonzie y, a su vez, da la impresión que Her responde y cierra perfecto esta carta de despedida iniciada en Japón en 2003.

Entre dichas similitudes se encuentran tanto aspectos argumentales como visuales, por ejemplo: tomas de los personajes principales de ambas cintas mirando hacia las ventanas, retratando la nostalgia que posiblemente sus realizadores sentían en aquellos momentos. Pero, ya más adelante tendremos oportunidad de hablar de este segundo trabajo.

A pesar que Sofía ha negado que alguno de los personajes haga alusión a personas reales; si que puede percibirse una atmosfera muy personal sobre todo en Charlotte.


La historia comienza con la llegada de Bob Harris a Tokio, un famoso actor norteamericano que cumplirá una serie de compromisos comerciales en aquella ciudad. Ha sido contratado por una marca de whisky para protagonizar su más reciente publicidad además, se presentará en diversos programas televisivos en los que no precisamente se siente cómodo. A pesar del reconocimiento y privilegios que goza Harris en este viaje esto no le representa mayor ilusión; al contrario, se nota abrumado pues no entiende las dinámicas en las cuales participa, una de las barreras a las que se enfrenta es el idioma, esto le impide poder desenvolverse de mejor manera en en las actividades que lleva a cabo como una sesión de fotos; y este déficit va más allá del lingüístico, es una cuestión cultural.

En el otro lado de la historia se encuentra Charlotte (Scarlett Johansson), una joven entrada en los 20 que, al igual que Bob, arribó recientemente a Japón acompañando a su esposo: un talentoso fotógrafo que igualmente, el trabajo lo ha llevado a la misma ciudad nipona. Aparentemente entre ellos las cosas no podrían ser mejor, mantienen un matrimonio desde hace apenas dos años, son jóvenes, bien parecidos pero, pronto se nos revela que esto no es tan real. El trabajo mantiene a John (Giovanni Ribisi) lejos de su esposa y relegando a ésta a quedarse todos los días en el cuarto de hotel en el que se alojan. Justo es la soledad y el poco sentido de pertenencia lo que cruza los caminos de los protagonistas siendo el restaurante del hotel el punto de encuentro. Ella es quien da el primer paso para entablar la conversación, su juventud está llena de curiosidad, de preguntas que contrastan con la personalidad de él ya que Bob es un hombre maduro, introvertido, sin mucha capacidad de asombro, cuestión que no le habría permitido acercársele. La amistad de estos dos los llena de características que los complementan y de las que adolecen, en ella se disipan dudas existenciales-creativas por las que atraviesa, en cambio a él -un hombre casado con hijos- esta relación, le devuelve la esperanza, lo rejuvenece y hace cambiar sus hábitos: como el conseguir ropa más contemporánea para salir de Karaoke con Charlotte y sus amigos.

La cinta retrata una amistad sin precedentes que sobrepasa cualquier convención y sobrevive a través del tiempo y la diferencia de edad entre ambos. Diferencia que es imperceptible, son dos personas atrapadas en un país al que no pertenecen y; sin embargo, descubrirán que se pertenecen el uno al otro. Lost In Translation habla acerca del amor, la soledad, la monotonía en las relaciones, la amistad y los desencuentros.

En verdad recomiendo que la busquen si aun no la han visto, es una magnifica puesta en escena y pido ensayar las veces que sean necesarias para quien ya la vio. Disfrutarán a una muy joven Scarlett Johansson y a un estupendo Bill Murray.


Gracias por leer, hasta la próxima. :)

 
 
 

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