Pienso en el final: la desesperanzadora cinta de Netflix y Charlie Kaufman
- Alberto
- 4 sept 2020
- 2 Min. de lectura

Estoy pensando en terminar las cosas, es el título original del nuevo thriller de horror psicológico a cargo de Charlie Kaufman director de cintas como Synecdoche, New York, Anomalisa y co-gionista de la afamada Eterno resplandor de una mente sin recuerdos; producción que también puede verse a través de la plataforma de streaming. La cinta está basada en la novela homónima del canadiense Iain Reid publicada en 2016 con espectaculares críticas. Esta historia sigue a la pareja conformada por Jake (Jesse Plemons), y Cindy interpretada por Jessie Buckley; que, si no la han visto, los invito a que chequen nuestra reseña de la semana pasada en su trabajo en Wild Rose de Tom Harper.
Ambos sostienen una relación desde hace poco, coinciden en la universidad y él decide, a unas cuantas semanas de conocerla, que es momento de presentarla a su familia; no obstante, la visión de ella es un poco distinta sobre su vinculo, reconoce que hay una conexión especial pero, sólo ve el final de éste.
La pareja se embarca en un nevado viaje a la granja donde creció Jake para encontrarse con sus padres. Al llegar, nos enteramos que su madre es encarnada por la maravillosa Toni Collette (que la vimos protagonizar El legado del diablo), y esto es de los grandes aciertos de la producción, destaco enormemente su reparto, son actores consagrados en el género y esto es fundamental para la creación del ambiente de suspenso del film. La novia, contraria a sus deseos, se ve forzada a pasar mucho tiempo en la espeluznante reunión familiar; debido a la situación climática. Es abrumada por la rareza de sus suegros aunado al chocante entorno de la casa.

Lo anterior es el segundo elemento a destacar del largometraje: se consigue una atmósfera increíble, contrastando esta retorcida historia con una muy cuidada estética, enclaustrada en la característica relación de aspecto 4:3 de Łukasz Żal director de fotografía (participe en trabajos como Ida y Cold War de Pawel Pawlikowski), famoso por entregar trabajos casi pictóricos a sus directores.
Una vez terminada la tortuosa visita comenzará este psicótico espiral. En el regreso a casa la pareja realiza un par de paradas técnicas, ocasionadas por un antojo dulce del novio y que desembocan en, repito, un gran bucle espiritual.
Este es el tercer gran elemento a destacar: su historia, el argumento conversa sobre la estructura del espacio-tiempo; si nuestra existencia está trazada bajo una línea recta con un principio y un fin determinado, ó, con saltos temporales. También, nos habla acerca de la actualidad de las relaciones amorosas y recuerda las crisis existenciales por las que cada uno atravesamos.
El final, que no revelaré, trazado por su autor original es abierto, pese a qué para él existe una interpretación, nos delega a nosotros el cometido de interpretar nuestra versión; responsabilidad que, a su vez, Kaufman toma, entregando buenos dividendos; asimismo, pasando la estafeta al espectador.
Corran a ver esta gran puesta en escena que ya está disponible en Netflix y que, seguro se convertirá en una de las grandes propuestas de suspenso de la plataforma.
Gracias por entrar y nos leemos en la siguiente reseña :)

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